lunes, 18 de marzo de 2024

no-acción

En el cultivo de la conciencia meditativa o de la atención consciente, tomamos la posición, inusual como occidentales, de no tratar de llegar a otro lugar. Esto es lo que llamamos no-lucha o incluso no-acción; de hecho, permitimos que las cosas se lleven a cabo en la conciencia sin tener que operar sobre ellas, sin tener que hacer que algo suceda o tratar de experimentar algún estado especial ya sea de relajación, bienestar o cualquier cosa, sino solo estar con el desarrollo de la vida, momento a momento, sin ningún tipo de agenda.”

 

“Resulta que esto es tremendamente sanador, tremendamente restaurativo para nosotros, también porque tenemos tantas agendas y siempre estamos en el camino hacia algún mejor momento en el futuro o tratando de escapar de algo del pasado. Pero estar realmente en el lugar donde estamos, practicando la no-lucha y la no-acción, en el que simplemente permitimos que las cosas sean tal como son, es, como he dicho, tremendamente nutriente y sanador.”

 

No es fácil de hacer debido a que tenemos tantas cosas diferentes en nuestra lista de tareas, que cuanto más larga sea, más tiempo debemos dedicar a nosotros mismos para practicar el no-hacer y el no-luchar, dándonos cuenta de que todo lo que ya está aquí es bastante bueno, aunque no sea agradable en este momento, es suficiente y no es necesario tratar de escapar de ello o arreglarlo o hacer que algo suceda.”

 

“Es una tremenda disciplina, una tremenda actitud para traer a la vida. Esto no quiere decir que no conseguirás hacer cosas, al contrario, significa que todo lo que hagas va a acabar saliendo del ser y por lo tanto con mucha mayor sabiduría y mucha más adecuación a la situación.”

 

Jon Kabat-Zinn:   https://www.youtube.com/watch?v=LWdYYiXuSAM


jueves, 29 de febrero de 2024

no hacer nada

El arte de no hacer nada

El maestro de meditación Shinzen Young, que dio nombre a la técnica “No hacer nada”, insiste en que este tipo de meditación debe incluir el sufijo “con tiempo”. En otras palabras, se trata de una práctica para la que uno desarrolla gradualmente una habilidad especial a largo plazo.

La meditación “No hacer nada” representa lo opuesto a la meditación de atención plena estándar; En lugar de crear un estado de calma concentrándose en la respiración u otro ancla, los meditadores practican simplemente dejando que sus mentes vayan a donde quieran, sin control ni interrupciones. Se han acuñado varios términos diferentes en relación con esta práctica de meditación, incluido “conciencia sin elección” o “simplemente sentarse”, que deriva de la práctica zen de Shikantaza . Sus principios se han empleado en varias tradiciones espirituales diferentes, incluida la práctica budista tibetana de Dzogchen (que significa "gran plenitud"), que anima a los meditadores a alcanzar un espacio de vacío o "pureza" para comprender la verdadera naturaleza de la existencia. Otra técnica similar es el concepto de aceptación radical, que enseña que sólo aceptando las cosas que están fuera de nuestro control podemos acabar verdaderamente con el sufrimiento.

Claramente, entonces, esta es una idea que los humanos han estado considerando durante mucho tiempo. Pero todavía puede sonar un poco etéreo y difícil de entender.

 

La técnica de meditación "no hacer nada"

Durante la meditación surgen pensamientos, recuerdos, preocupaciones, dolores, picazones y un millón de otras distracciones. Las prácticas de “no hacer nada” nos alientan a simplemente aceptar todas estas cosas. Ya sea que lo que estamos experimentando sea aburrido, neutral, negativo o positivo, el truco consiste en no resistirnos a nada ni juzgar nada como malo. Tu mente puede reflexionar sobre historias, convertirse en charla de monos o hacer cualquier otra cosa, ¡y esta es toda la técnica!

Según Shinzen Young, la etapa de instrucción para esta práctica meditativa debería consistir esencialmente en dos frases:

Que pase lo que pase.

Tan pronto como seas consciente de la intención de controlar tu atención, abandona esa intención.

 

La primera instrucción consiste en permitir que sucedan experiencias sensoriales, sean las que sean. Podrías sentirte somnoliento o inquieto, podrías perderte en una mente de mono o podrías tener muy poca claridad. Todas estas cosas están bien, déjalas suceder.

No te preocupes por dónde va tu mente mientras estás sentado. Puede provocar todo tipo de distracciones, y eso está bien. Lo principal es que no estés haciendo un esfuerzo concertado para meditar, concentrarte o concentrarte de ninguna manera.

La instrucción “Tan pronto como seas consciente de una intención de controlar tu atención, abandona esa intención” puede parecer que te anima a controlar si tienes intenciones o no; sin embargo, este no es el caso. Esto se debe a que si estás tratando activamente de buscar y abandonar intenciones, en realidad estás haciendo dos cosas, en lugar de hacer una, o incluso nada. En cambio, esta forma de meditación consiste simplemente en sentarse y permitir que la mente divague.

También está bien no ser consciente de tus propias intenciones. No puedes forzarlo; tienes que esperar a que la conciencia esté ahí. Esto podría tardar sólo unos segundos, pero también podría llevar mucho tiempo. Cuando te das cuenta de una intención particular, la meditación de “no hacer nada” te pide que abandones ese pensamiento o idea, soltándolo para simplemente “ser”.

 

¿Cuánto tiempo debo practicar?

Cuando pruebes esta técnica por primera vez, debes reservarle entre 10 y 15 minutos. A medida que se sienta más cómodo y el proceso se vuelva un poco más fácil, puede extender el período de tiempo que dedica a practicar. Dado el principio libre y liberado que permanece en el centro de esta forma de meditación, es posible que no te sorprenda saber que el período de tiempo que dedica a practicar esta técnica puede variar enormemente dependiendo de tus circunstancias y necesidades individuales. No existe un objetivo final y definitivamente no es necesario buscar algún tipo de despertar o iluminación espiritual. Fundamentalmente, no existe una forma “incorrecta” de realizar este tipo de meditación. Simplemente deja de lado las intenciones y deja de lado el control.

 

¿Por qué “intentar” no hacer nada?

La mayoría de las formas de meditación parecen centrarse en cultivar un estado mental que no existía antes de comenzar con ese método de meditación en particular. Pero ¿qué pasa con la capacidad innata de paz interior y felicidad que ya está dentro de nosotros? ¿No deberíamos poder acceder al despertar sin siquiera intentarlo?

El tipo de meditación en el que nos hemos centrado hoy tiene que ver con cultivar una forma de ausencia de esfuerzo. Esto puede llevar a estados de flujo, en los que estamos completamente “en la zona”, comprometidos con la tarea que tenemos entre manos y capaces de realizarla sin ningún esfuerzo visible. Estos estados no sólo son excelentes para la creatividad, la mentalidad abierta y el bienestar general, sino que también pueden ayudar a reducir los sentimientos de irritabilidad, impaciencia, frustración y olvido.

Como mencionamos anteriormente, la técnica de “No hacer nada” también puede ayudar a aliviar la presión de la meditación, que a menudo es lo que obstaculiza una práctica efectiva. Nuestra creencia de que siempre debemos estar haciendo algo, completando tareas y esforzándonos hacia adelante es lo que impulsa el ego. Esto puede impedir que notemos o experimentemos estados mentales más profundos. Cuando dejamos de lado la necesidad de actuar y en su lugar ponemos el “no hacer nada”, nuestra voz egoica se calma y el cambio de actitud que esto provoca puede ser inmenso.

 

Filipe Bastos

https://mindowl.org/do-nothing-meditation/?utm_content=cmp-true

jueves, 19 de octubre de 2023

meditación "sin hacer nada"

La meditación "sin hacer nada" es única entre las prácticas tradicionales, ya que requiere un esfuerzo mínimo y permite a la mente vagar sin interrupciones. El nombre de la técnica fue acuñado por el profesor de meditación Shinzen Young y comparte muchas similitudes con la técnica de "sólo sentarse" llamada Shikantaza.

Muchas tradiciones espirituales, incluido el budismo, creen que el estado de conciencia más elevado está presente en los seres humanos y que, sin hacer nada, podemos trabajar para lograr este despertar espiritual. Este despertar se produce al no hacer absolutamente nada. Muchos creen que a través de no hacer nada, se puede alcanzar una mayor sabiduría para elaborar una vida mejor.

La meditación "sin hacer nada" es casi una antimeditación. Va en contra de los parámetros tradicionales de mantener la mente clara o centrada en el ser físico y permitirle vagar a su antojo. Sin embargo, sigue siendo una forma de meditación. Si notas que tu mente desarrolla una intención o se centra demasiado en algo, déjalo y permite que tus pensamientos sigan vagando. De la misma manera, adoptar un enfoque de meditación sin esfuerzo puede dar lugar a algunos pensamientos extraños: súbete a la ola y disfruta del momento.

"No hacer nada" representa una forma alternativa de meditación de atención plena estándar. En otras técnicas de meditación de atención plena, el objetivo de la meditación es despejar la mente hacia un estado de nada, en el que la mente está vacía. Debes controlar tu atención con intención. En lugar de crear un estado de calma centrándose en la respiración, las visualizaciones, el entorno o un tema específico, los practicantes dejan que su mente divague sin control ni interrupción. No requiere instrucción ni un curso como muchas otras técnicas.

En última instancia, el cerebro necesita tiempo de inactividad para procesar los acontecimientos del día, almacenar recuerdos y experiencias, recuperarse y asegurarse de que funciona a su nivel óptimo. Debemos cuidar nuestra salud emocional y mental y dar a nuestro cerebro el descanso que necesita.

Mientras meditan, la mente de la mayoría de las personas les guía para analizar una experiencia desafiante de su pasado. Durante esto, las personas tienen la oportunidad de centrarse en esto y potencialmente verlo bajo una nueva luz para que puedan comenzar a aceptar el pasado.

 

He aquí cuatro sencillos pasos para practicar el "no hacer nada":

1. Empieza por ponerte en una posición cómoda. Puede ser sentado o tumbado; no hay una forma incorrecta. Si te preocupa quedarte dormido, los expertos recomiendan simplemente sentarse en un cojín o en un taburete para mantenerse alerta.

2. Deja que tu mente divague a su antojo, evita prestar atención a algo concreto y controla la caída de tu atención. Céntrate en ser y nada más.

3. Deja que lo que ocurra, ocurra. En otras palabras, deja que cualquier experiencia sensorial sucedaDeja de lado las intenciones de controlar tu enfoque. Si te encuentras pensando específicamente de forma intencionada, hazlo con la mente abierta. Cuanto más sientas que las cosas suceden sin esfuerzo, más se avanzará.

4. Practica durante 10-15 minutos cada vez. Esto puede ser más largo si lo deseas, ya que no se requiere una cantidad determinada de tiempo. Sea cual sea el tiempo que elijas para ejercitar tu mente, la cuestión es concentrarse en no hacer nada. No hay un objetivo final, así que siéntete libre de concluir cuando estés satisfecho

Si notas que te quedas dormido, vuelve a intentarlo en otra ocasión sentado en lugar de tumbado.

 

https://www.anahana.com/es/wellbeing-blog/do-nothing-meditation





martes, 29 de noviembre de 2022

meditación "no hagas nada"

"Las instrucciones completas para la meditación 'no hagas nada' son sentarse y no hacer nada. Eso es todo

"Sin embargo, la mayoría de la gente necesita un poco más de instrucción que eso, así que aquí vamos a desarrollarlo un poco. A pesar de que la meditación se llama "no hagas nada", en realidad estás haciendo algo un poquito: estás prestando atención a la sensación de hacer algo

"No importa a dónde vaya tu mente. Puede ir a todo tipo de distracción, y eso está bien. No estás tratando de meditar de ninguna manera

"Simplemente te das cuenta cuando piensas que estás haciendo algo y lo sueltas

"Si sientes que estás atrapado en un pensamiento, suéltalo

"Si sientes que estás atrapado en una emoción, suéltala

"Si sientes que estás atrapado en la meditación, suéltala

"Si sientes que estás luchando por soltar, suéltalo

"Si sientes que estás constreñido o restringido en tu cuerpo, tus emociones o tu mente, suéltalo

"Simplemente mantente relajado lejos de toda tensión, constricción o sensación de que estás haciendo algo

"Tienes que (no) hacer esta meditación todo el tiempo que desees. Asegúrate de que tu conciencia sea clara y que no te estés desvaneciendo o adormeciendo

"Conclusión:  La meditación 'no hagas nada' es más fácil y más difícil de lo que parece. Si la practicas a menudo, encontrarás algo muy profundo dentro de ti que se relaja y se abre al flujo natural de la experiencia. Y así es como encuentras el despertar sin hacer absolutamente nada"


Michael W. Taft:  https://www.nodualidad.info/articulos/meditacion-no-hagas-nada.html

jueves, 22 de septiembre de 2022

dejarse en paz

“En realidad, uno solo medita si deja de intentar meditar, si se libera del imperativo de tener que conseguir algo, de realizar algo, de responder a un objetivo; y, por lo tanto, de estar angustiado por el fracaso. En mi vida, sí, a veces estoy crispado; ordenarme entonces que me relaje es la mejor manera de crisparme todavía más. […] Sin embargo, sé por experiencia que cuando me contento con comprobar que estoy crispado y me autorizo secretamente a seguir estándolo, cuando me dejo en paz con mi crispación, curiosamente acabo en general por relajarme enseguida. Es este gesto, a la vez tan simple y tan complicado, el hecho de atreverte a dejarte en paz, la audacia de dejarte en paz, lo que yo llamo meditación” 


“[…] Por primera vez, no tenía que conseguir nada: me bastaba con estar, con volver a mi presencia corporal, a mi respiración, a mis sensaciones, a mis percepciones, a lo que me rodea. Por fin me sentí en casa, y empecé a frecuentar regularmente aquel grupo. A veces ponía mucha intensidad en mi práctica, pese a que esencialmente me pedían que me relajase. Conocí sesiones en las que tuve miedo de fracasar, de perderme algo, pero no había nada que perderse, aunque yo aún no me percataba del todo. Me costaba creerlo. Conocí momentos en que me preocupó ser juzgado, cuando no había nadie para juzgarme, y en esos momentos me sentí decepcionado, perdido. Intentaba hasta tal punto concentrarme para «hacerlo bien» que apenas lograba respirar. Aún no sabía que no hay que hacer nada. Me habría gustado que me dijeran «Déjate en paz», pero yo no estaba seguro de haberlo entendido. Así que volvía a los mecanismos habituales que uno aplica en el día a día para llevar a cabo una tarea […]” 


“He necesitado tiempo y he tenido que andar a tientas para admitir por fin que meditar es simplemente dejarse en paz. Y que dejarse en paz, esa regla de oro de la meditación, debería ser el leitmotiv de toda nuestra existencia” 


“Meditar, en el fondo, es simplemente le hecho de estar. El hecho de parar, de concederse una pausa, de dejar de correr para estar en uno mismo, para anclarse en el propio cuerpo. Es una escuela de vida. Estar no implica ningún conocimiento especial. Meditar en el sentido en que yo lo entiendo y lo practico, tampoco. […] Las mejores meditaciones son las de los principiantes, pues los expertos tienen tendencia a perderse en las complicaciones… Meditar es seguir siendo un principiante, abierto y curioso. No haces nada y, sin embargo, ocurren muchísimas cosas.” 


Fabrice Midal:  Déjate en paz y empieza a vivir (Ed. Paidós)

miércoles, 23 de enero de 2019

dejar fluir


“La verdadera valentía emocional reside en no tener miedo a sentir fluir tus emociones en ti.”

“No juzgues tus emociones. Ellas saben qué hacer para devolverte a la paz de la que tus pensamientos te han alejado.”

“A veces aparece una emoción incómoda y le sumamos el sufrimiento y la angustia de pensar (erróneamente) que no debemos sentirla.”

“Aceptar no es permitir que me hagan daño, sino entender, comprender que siento lo que siento… y dejarlo estar en mí.”

“Reprimir nuestras emociones no es lo contrario de exteriorizarlas, sino lo opuesto a dejarlas ser en nosotros.”

“Escúchate sin interrumpirte.”

“Evito el sufrimiento cuando acepto el dolor emocional que siento y le doy su espacio en mí hasta que se disuelve por sí sólo.”

“Sientas lo que sientas, déjalo fluir hasta que desaparezca como el río que llega al mar.”

“No tienes que empujar al río, él mismo fluye cuando quitas los diques que construiste en su cauce.”

“Mis emociones, mis estados de ánimo están ahí pero ya no me identifico con ellos ni los rechazo, están en mí pero no son Yo.”




lunes, 10 de septiembre de 2018

no hacer



“[...] Durante el encuentro que se produce en tu meditación, busca un rincón de tu mente que no esté atrapado en las reacciones que brotan del encuentro. Usa esta calmada posición estratégica para observar, tan desapasionadamente como puedas, lo que está ocurriendo. [Algunos profesores] comparan este rincón de la mente con un espía en época de guerra. (Algunas tradiciones budistas lo llaman el testigo, el observador, o simplemente la consciencia atenta.) El espía no está implicado en el conflicto; permanece a un lado, sin hacerse notar, y sencillamente observa lo que está ocurriendo en el campo de batalla. Puedes sorprenderte al descubrir que tienes la capacidad de observar lo que está ocurriéndote sin quedar atrapado en la acción, pero así es. Y cuanto más uses esta capacidad, más fuerte te vuelves: como un músculo.”

“Experimentar la naturaleza insustancial y fugaz de tus sentimientos evitará que te los tomes tan a pecho como lo hacías antes. Este simple reconocimiento aliviará en buena medida la dificultad de tu relación.”

“Hay que hacer hincapié, al menos como punto inicial, en no dejarte llevar por tus típicas reacciones. En vez de ello, debes sentarte y "no hacer nada" (es decir, no reaccionar) .
Cuando estás atento, simplemente estás prestando "atención desnuda" a cualquier cosa que experimentes en ese mismo instante (pensamientos, sentimientos, sensaciones, imágenes, fantasías fugaces, estados de ánimo pasajeros) sin ningún tipo de juicio, interpretación o análisis.

La mayor parte del tiempo te lo pasas comentando tu experiencia: "No me gusta lo que estoy oyendo", "ojalá hubiera actuado de forma diferente", "debo de ser una persona horrible para tener pensamientos tan negativos". Pero la meditación de atención te invita a aceptar tu experiencia justamente como es, y si te resistes, juzgas o le añades significado a tu experiencia, también puedes prestar atención consciente a eso.”

“Los practicantes principiantes de la meditación de atención generalmente empiezan por prestar atención al vaivén de su respiración [...]. Con el tiempo expandes gradualmente tu consciencia, primero a tus sensaciones físicas, después a tus sentimientos y, finalmente, al contenido de tu mente. Luego puedes llegar a "sentarte simplemente", lo que se conoce también como la consciencia sin elección, en la que tu mente está abierta y expansiva y acepta cualquier cosa que surja, sin seleccionar ciertas experiencias para centrarse en ellas.”

“Después de que te conviertas en todo un experto en la atención consciente y alcances cierta comprensión de cómo son las cosas, puedes practicar el enfoque conocido como "sólo sentarse" (en el Zen) o como "descansar en la naturaleza de la mente" (en la tradición Vajrayana). Paradójicamente, esta técnica supone la ausencia de toda técnica y de cualquier tipo de manipulación de la mente. Los tibetanos utilizan términos como no mediación y no planeación. Es de hecho una técnica avanzada, reservada generalmente a los meditadores experimentados, pero algunos maestros en Occidente la enseñan al principio, y muchos occidentales con cierta complejidad espiritual se muestran ansiosos por aprenderla.”

Jonathan Landaw y Stephan Bodian:  Budismo para dummies (Ed. Ceac)

viernes, 22 de abril de 2016

zazen

"Los métodos y las técnicas son necesarios y útiles, pero solo se llega al auténtico Zen pasando por ellos y yendo más allá de los mismos. Existe una enorme tentación de convertir el Zen en una técnica de “cómo-hacer” o en un método mecánico, automático. Algunos enfatizan demasiado el esfuerzo, la disciplina, la concentración, como si por medio de la concentración y el esfuerzo se pudiera llegar a una apertura; pero tal esfuerzo es únicamente una intensificación mayor de la conciencia del ego. El Despertar del Zen supone un caer en la cuenta, y la práctica del Zen entraña un desprenderse y rendirse; es una autotransformación."

"Lo que resulta central en shikantaza o simplemente sentarse es sencillamente eso: simplemente sentarse, estar aquí y ahora, estar presente, dejar pasar y dejar ser. No es cuestión de lograr ningún estado particular de conciencia. Ni tratar de lograr nada, ni intentar no alcanzar nada. Ni metas, ni comparaciones, ni juicios, ni logros. Simplemente estar ahí, presentes, despiertos y enraizados en la atención corporal. Ser con uno mismo, ser uno mismo, ser con todo. En un sentido profundo, el Zazen es conciencia haciéndose consciente de sí misma, la atención descansando en la atención."

"En la concepción de Dogen del solo Zazen, el no pensar se utiliza no tanto en el sentido de trascender como para caer en la cuenta; es sin objeto, sin sujeto, sin forma, sin meta, sin propósito. Pero no es idéntico a una vacuidad, privada de contenido intelectual. Lo que el solo Zazen hace, no es eliminar la inteligencia, sino realizarla. Es más, lo que la inteligencia hace en el solo Zazen es desplegar, en lugar de circunscribir, los misterios de la existencia."

"Ordinariamente, si después de shikantaza uno se siente exhausto, cansado, inquieto, el shikantaza no estuvo bien; tal vez se haya creado tensión al concentrarse, tratando de lograr alguna cosa. Habrá que aprender a partir de la propia experiencia."

"Sentarse en atención pura es sentarse en espaciosidad; es unificarse y ser dueño de sí mismos, abiertos y transparentes. Eso es lo ideal. Pero no hay que apegarse a ese estado ni poner demasiado empeño en alcanzarlo. Ni tratar de reprimir o de suprimir pensamientos. Cada uno es sus pensamientos: emociones, imágenes, ideas, actitudes, juicios y decisiones. Al mismo tiempo, es más que los pensamientos, y no se puede dar uno cuenta sino pasando a través de ellos. Los pensamientos son básicamente las cuestiones que la vida plantea así como las cuestiones que se le plantean a la vida. Es cuestión de sentarse con todas las cuestiones de la vida y que estas se ordenen a la luz de lo que está más allá de los pensamientos."

"Inicialmente, resulta útil “dar nombre” a los pensamientos a medida que estos surgen. Cuando aparece un pensamiento o emoción, mirémoslo, sintámoslo, penetrando en las actitudes y patrones más profundos subyacentes a los mismos, y llamémoslo por su nombre, por ejemplo: preocupación, miedo, ira, sentirse no querido, tener el ego herido, estar impaciente, etc. También ayuda el ver la emoción con perspectiva, dándose cuenta de su diseño y de su historia y de lo que tal vez trate de decirnos."

"A veces, sin embargo, tendremos que decirnos con firmeza “Ya basta” o “No” a la interminable cadena de pensamientos y emociones, particularmente cuando esta supone entregarse con una indulgencia inagotable a sentimientos de autocompasión, culpa, ira, etc. Hemos de ser firmes sin ser duros. Eso supone básicamente tomar algunas decisiones y opciones fundamentales respecto a la propia vida y a las relaciones, elegir y decidirse a favor de lo verdadero y de lo bueno."

"La imagen de sí mismo es un agente activador, un medio hábil; no hay que aferrarse a la imagen en sí. Lo que resulta vital es dejar que la fe y la confianza, el valor y la compasión broten desde lo más profundo del ser. Ese brotar es la función de Bodhicitta, la mente-corazón del Bodhisatva."

"Soltarse y soltar en una suerte de acción en la no-acción. Con todo, existe el riesgo de que eso se convierta en un esfuerzo de la voluntad, una forma sutil de autoafirmación. En ese caso también se hace necesario soltar toda búsqueda, lucha y pretensión para rendirse con fe y confianza ciegas a la propia existencia encarnada."


Arul M. Arokiasamy: ¿Por qué Bodhidharma vino a Occidente?


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“La liberación Zen se alcanza mediante un tipo de percepción y comprensión especiales que penetran hasta la misma raíz de la experiencia”

“Se trata de liberarnos de la influencia del sufrimiento psicológico que hemos ido acumulando en nuestra mente desde el comienzo de los tiempos en nuestra relación con el mundo externo”

“El objetivo del Zen es el de purificar la mente hasta que pueda percibir su propia naturaleza esencial”

“En realidad no es ni fácil ni difícil, ya que no hay nada que pueda añadírsele”

“Si crees que en el Zen existe alguna formulación verbal que transmita algún secreto especial, estás equivocado. Ése no es el Zen verdadero”

“El Zen profundiza y agudiza la inteligencia añadiendo, de ese modo, nuevas dimensiones a la razón y a la intuición, y nos proporciona un tipo de sabiduría, o de conocimiento, mucho más sutil que el del pensamiento conceptual. Este tipo de desarrollo mental no puede ser dado ni recibido”

“La esencia del Zen es extraordinariamente simple”

“Los monjes profesionales, incapaces de distinguir entre obsesión e iluminación, no hacen sino abandonar un grupo social para ingresar en otro. En realidad son tan esclavos como los demás”

“El apego a los conceptos y frases hechas utilizadas tanto en la vida profana como en la religiosa no hace más que dificultar la percepción de la verdad objetiva y el logro de la comprensión”

“Crees que la enseñanza del Zen es incomprensible y como te consideras una persona ordinaria, tomas las palabras de los maestros vulgares como si se trataran de la verdadera Vía, sin atreverte a censurar a esos viejos farsantes. Pero estarías ciego si mantuvieras toda tu vida una actitud tan contraria a la evidencia”

“Si intentas atrapar el Zen en el movimiento, se quedará quieto. Si pretendes alcanzarlo en la quietud, comenzará a moverse. El Zen es como un pez oculto en un arroyo que chapotea en la corriente y se mueve con entera libertad”

“Si tuviera que explicar la raíz del Zen, me quedaría solo aunque estuviera rodeado de quinientas o seiscientas personas. Sin embargo, si comenzara a proferir insensateces, todo el mundo se aprestaría a escucharlas. Es como engañar a un niño ofreciéndole una mano cerrada cuando no hay nada en su interior”

“No memorices mis palabras. Dirige la atención hacia ti mismo. Desde mucho antes de lo que puedas recordar has estado moviéndote en la penumbra. La raíz de tu subjetividad es demasiado profunda para poder arrancarla de un sólo golpe”

“La gente se confunde porque juzga las cosas según sus apariencias y porque la codicia les encierra en círculos viciosos que enturbian su percepción y les hunde en la ignorancia”

“Si te limitas a memorizar consignas serás incapaz de adaptarte con flexibilidad a las situaciones. Aferrarte a la escuela de tu maestro y repetir sus palabras es un tipo de conocimiento intelectual que nada tiene que ver con la iluminación”

“La naturaleza búdica se halla presente en todos los seres vivos como la luna brillante en el cielo nocturno. Son las densas nubes lo único que enturbia su presencia”

“La esencia que contiene todos los sabores constituye la suprema felicidad y es más valiosa que diez mil onzas de oro puro”

“Cuando te sientas confundido, ni mil libros sagrados podrán resolver una sola de tus dudas, pero cuando despiertes a la comprensión, una sola palabra será excesiva”

“El Zen no se transmite mediante la palabra escrita sino de una manera personal por medio del reconocimiento mental”

“Cuando te afiances en el Zen, las distracciones mundanas dejarán de afectarte y tu mente alcanzará la serenidad. Entonces entrarás en la esfera de la iluminación y, aunque te halles en plena actividad, trascenderás el mundo cotidiano”

“La liberación súbita sólo depende de ti. Permanece atento y, algún día, llegarás a experimentar directamente el Zen”



Thomas Cleary:  La esencia del zen. Los textos clásicos de los maestros chinos  (Ed. Kairós)

martes, 14 de abril de 2015

observar sin reaccionar 2

“Observar sin reaccionar: he ahí el secreto. Durante el tiempo que dure cada práctica meditativa permitiremos que salga a la superficie del lago de nuestra consciencia todo lo que durante el transcurso de nuestra existencia ha sido almacenado y archivado en nuestro subconsciente. Todo lo que ha sido reprimido, todo lo que nos hace experimentar sufrimiento, deseo, miedo, ira, placer, temor… etc. Vamos a dejar que todo esto, y mucho más, aflore a nuestra consciencia. Pero, en esta ocasión, y durante el tiempo que dure la práctica, no vamos a permitir que nos arrastre, tal y como en anteriores ocasiones ha sucedido.”

“Aflorarán sentimientos de autocomplacencia o autocompasión, o cualquier otro tipo de emoción, que intentará arrastrarnos. Pero no, esta vez no. En esta ocasión sólo vamos a tomar consciencia de eso que está ahí, sea lo que sea, y manteniendo la concentración en la distante observación vamos a permitir que su fuerza se diluya, y con ella el poder que pueda ejercer sobre nosotros. Así una y otra vez. Veremos cómo en cada nueva ocasión su impulso estará más y más debilitado, hasta que, finalmente, termine diluyéndose para siempre.”
 
“Podremos ver de qué manera nuestra máquina luchará por continuar con los viejos hábitos y patrones de comportamiento largamente adquiridos a través de toda nuestra existencia. Pero, si somos capaces de observar sin reaccionar, la causa de nuestro sufrimiento se va a ver diluida ante nuestra observación desapasionada, erradicando así su atadura de nuestra vida. De este modo, pensamientos, emociones, sensaciones, recuerdos, proyectos, etc. que antes tenían un inmenso poder sobre nosotros quedarán neutralizados ante la luz de la consciencia, recuperando nuestra genuina soberanía.”

viernes, 12 de diciembre de 2014

aprender a meditar

“Una cosa importante a recordar es no juzgar vuestros sentimientos. No juzguéis cómo os sentís mientras meditáis porque a veces nos sentamos y tenemos una buena experiencia; nos sentimos felices y de alguna manera perseguimos eso, y entonces cuando tenemos un pensamiento negativo, o ansiedad u otras emociones, nos estresamos. Ser un buen meditador significa no juzgar si nuestros pensamientos y emociones son buenos o malos. En realidad no hay diferencia, LOS PENSAMIENTOS van y vienen como una ola de energía, VAN Y VIENEN COMO EL VIENTO. Los pensamientos no tienen solidez, así que podéis aprender a no aferraros a ellos, sino  a DEJARLOS IR.”

“Si os sentís muy estresados, no tiene por qué ser un problema, porque podéis soltarlo, dejarlo ir. Si os sentís felices, no os perdáis en ello. Buda os aconseja aprender a tratar estos pensamientos y emociones como el viento. No podéis decir que el viento no existe porque el viento es energía, pero no hay nada a lo que aferrarse, y nuestra experiencia de las emociones no es más que eso. Así, en la meditación solamente lo dejamos todo solo. Cuando aprendáis a hacer esto, os sentiréis tan liberados que nada os molestará ya. No estaréis atrapados en el pasado ni en el futuro. Estaréis completamente libres porque no tendréis que hacer nada con vuestra experiencia, vuestros sentimientos o sensaciones. Cuando meditáis, mandad siempre a vuestra mente el mensaje de no estresarse. Aprended a sentaros contentos. Relajaos mental y físicamente para tener una mejor oportunidad de mantener una meditación correcta.”





martes, 23 de septiembre de 2014

no reaccionar 2

“Vipassana tiene lugar cuando cambias de comportamiento frente a las sensaciones, no reaccionando ante las sensaciones desagradables o agradables. Solo observas objetivamente lo que pasa, comprendiendo que las sensaciones no son eternas, que cuando una sensación surge no se queda para siempre. Muchas sensaciones desagradables surgen, se quedan un momento, pero finalmente pasan. Y cuando prestas atención a las sensaciones más sutiles, que son simples vibraciones que surgen y desaparecen continuamente, tienen la misma característica, no hay diferencia.”

“Una vez que comprendes que todo lo que sucede en el marco del cuerpo está en constante cambio, que entiendes que toda la estructura física, que toda la estructura mental, está constantemente cambiando, ¿cuál es el sentido de actuar con apego o de reaccionar con aversión ante ello? Al comprender esto por tu propia experiencia (pues no se trata de algo intelectual), solo por tu experiencia, entonces el hábito de comportamiento cambia desde el nivel elemental.”

“Cambiar el hábito de comportamiento a un nivel superficial de la mente es fácil, hay muchas técnicas, la gente trabaja con ellas y dan resultados, pero aun así las impurezas siguen acumulándose en lo profundo de la mente, y de un momento a otro hacen erupción, salen a la superficie y perturban la calma; entonces la ecuanimidad de la mente se pierde.”

“Por eso el Buda señala que hay que ir a las profundidades de la mente y trabajar en las profundidades de la mente. Entonces el hábito de comportamiento cambia en el nivel esencial. [...] En el nivel esencial la mente está constantemente interaccionando con el cuerpo, con las sensaciones corporales. Si surgen sensaciones y no reaccionas, tu mente comienza a hacerse más y más saludable, más y más bella, haciendo una mejor vida.”

“Cuando la mente se purifica de la negatividad, del deseo, comienzas a generar calma, compasión, buena voluntad. En lugar de generar emociones negativas, generas emociones positivas. Lo que es bueno para ti es bueno para los demás. Cuando generas emociones negativas, tú eres la primera víctima de ellas, te vuelves miserable y haces a los demás miserables. Si en vez de esto generas emociones positivas, comienzas a sentir paz y armonía, y generas paz y armonía para los demás, y haces a los demás felices.”


S.N. Goenka: El recto camino. Meditación Vipassana  (Vídeo publicado en Youtube)

lunes, 31 de marzo de 2014

fluir emocional

“Cuando puedo llegar a ser consciente de mí mismo durante esos momentos que se me hacen tan duros emocionalmente hablando (momentos de ansiedad, miedo, angustia, tristeza, llanto… o una combinación de varios de ellos) no solamente observando mi estado de ánimo sino sobre todo A MÍ MISMO EN ÉL.”
“Cuando puedo llegar a verme entonces como si fuera un mero observador silencioso que estuviera a mi lado, junto a mí…  un observador que me mira con comprensión, pero sin enjuiciarme, ni obligarse (para tratar contraproducentemente de vencer así a mi estado) a tener que adjetivar dichas sensaciones como: positivas, negativas, buenas, malas, normales, raras, ilógicas,… porque no las confunde consigo mismo, con su Ser.”
“Cuando no me presiono por ello ni a rechazar ni a ignorar el vivir plenamente esos momentos de mi vida, esas emociones, esos pensamientos… y me doy cuenta de que dejar fluir mis emociones en mí no significa obligatoriamente exteriorizarlas todo el tiempo ni tan siquiera tener que hacerles caso a cada uno de los pensamientos que las originaron…”
“Empiezo a sentir una paz interior como nunca antes viví, siento que mi ruido mental se reduce, debido al hecho de haber permitido estar a mis emociones de una manera que nunca habría sospechado que pudiera yo tener el valor de hacer, que pudiera ser saludable para mi cuerpo y mi mente sentirlas de esa forma. No siento la ansiedad y el temor que brotaban antes en mí al pensar que mi labor era tener que controlarlas y maniatarlas en todo momento y situación.”
“Empiezo a ver que realmente estoy comprendiendo en mí (y no solo sabiendo de una manera teórica o intelectual) que el deseo de mis emociones siempre fue el de FLUIR LIBREMENTE por mi cuerpo. Mis emociones (al igual que mis pensamientos) están en mí, las observo, las escucho atentamente, tomo nota de ellas… pero me acabo de dar cuenta, realmente, de que nunca fueron Yo, tan sólo una parte de mi Ser. Ahora no las personalizo en mí y siento de pronto que mi consciencia acaba de despertar, me siento ser más Yo mismo.”
“Siento la alegría de darme cuenta de que estoy aprendiendo una habilidad nueva, que nadie me enseñó hasta ahora, quizás porque ninguna de las personas que estuvo a mi alrededor la llegó a conocer. Y sé que, conforme vaya pudiendo ponerla en práctica, iré aumentando mi confianza, autoestima y tranquilidad; rebajando con ello mi ansiedad, miedo y estrés ante el temor de que se esté aproximando una tormenta emocional.”
“Compruebo con sorpresa que al dejarlas libres en mí, mis emociones (contrariamente a lo que siempre temí) NO han comenzado a devorarme por dentro, porque al no estarles inyectando ya el sufrimiento que hasta ahora solía añadirles (por mi inconsciencia pasada y falta de comprensión de lo que realmente era mi mundo emocional) se produce una liberación en mí, una relajación, al no sentir ya la necesidad ansiosa de controlarlas a cada momento, al no tener ya miedo a SU libertad.”
“Entiendo que en el futuro, muchas de las emociones que sentiré, seguirán siendo desagradables, algunas continuarán trayéndome dolor, pero será un dolor que ahora sé que es natural y saludable, que me indica que estoy vivo, que muestra que tengo sentimientos, que soy humano; es un DOLOR PURO, al que no le añado ya sufrimiento por mi parte, es un dolor no “sufriente” que me sana porque sencillamente puedo vivirlo, con humildad y naturalidad, vivirlo tal y como ES. Llega, lo atiendo, le escucho y se va, mucho más rápidamente que antes, cuando empezaba a pelearme con él o a ignorarlo en cuanto llegaba.”
“Y veo que sigo siendo sensible a mis emociones, más que nunca, ellas siguen en mí pero no las molesto, ellas se expresan dentro de mí, surcan mi cuerpo con la libertad que en ningún momento les debí negar. No efectúo ninguna acción mental dirigida a tratar de detenerlas, manipularlas, forzarlas o ignorarlas porque ya no las temo. Me voy dando cuenta de que cada vez sentiré menos angustia y ansiedad por esas situaciones que estimaba tan peligrosas para mí, esos hechos que me hacían sentir COMO SI perdiera el equilibrio.”
“Y también noto que al contrario de lo que pensaba que sucedería, sigo sintiendo compasión y empatía por los demás, más que nunca. No me he vuelto una persona fría, dura y sin sentimientos, sino un SER HUMANO pleno, mucho más real y genuino de lo que hasta ahora fui, porque ahora me entiendo verdaderamente a mí mismo y estoy en disposición, si se diera el caso, de poder ayudar adecuadamente a otras personas de una manera saludable tanto para ellas como para mí, porque las comprendo al igual que me comprendo a mí mismo, y ellas se van a dar cuenta de ello; al sentirlo así sabrán que las ayudo entendiéndolas y no porque me sienta obligado a tratar de calmarlas movido por la culpa o por mi incomodidad ante sus propios estados emocionales, que tanto me han recordado en muchísimas ocasiones a los míos.”
“Acabo de aprender a sentirme cómodo en los momentos incómodos, porque ahora sé que esos estados y emociones que clasifiqué como “negativos” o “ilógicos” nunca estuvieron en mi contra, sino que tan sólo trataban de ayudarme a recobrar mi equilibrio psicológico …y lo único que tuve que hacer para verlo es justamente lo que nunca hice, dejarlos estar en mí sin confundirme con ellos, tan sólo mirarlos desde la orilla como un observador sereno que presencia un río que fluye.”

jueves, 5 de julio de 2012

mindfulness 2

“Acertadamente, se ha utilizado el término mindfulness para hacer referencia a la observación de las propias “conductas internas” o, mejor dicho, de los “eventos privados”. Hoy sabemos que la autoobservación por si misma puede no ser terapéutica, e incluso puede ser perjudicial o “patologizante”, como en los procesos del pensamiento rumiador depresivo o en la preocupación ansiosa. Entonces, la cuestión relevante es: ¿qué diferencia la auto-observación patológica de la auto-observación terapéutica? o, en otras palabras, ¿bajo qué condiciones la auto-observación de la experiencia resulta terapéutica?”

“La respuesta a ambas preguntas es mindfulness. No sólo la Terapia de Aceptación y Compromiso sino también la mayor parte de los modelos psicoterapéuticos actuales, asignan un papel central, en la génesis de la psicopatología, a la sobre-reacción emocional que surge de la no aceptación de la experiencia. Cuando no deseamos o no nos gusta lo que nos pasa, cuando lo comparamos con el ideal pensado (o imaginado) de lo que nos debería pasar o cuando nos resistimos a aceptar la realidad de lo que hay en el presente, es muy probable que se activen procesos “patologizantes” como los implicados en los patrones de ansiedad o depresión. En estos casos, la observación de la experiencia se hace desde un estado mental reactivo de no-aceptación de la realidad. Es como empeñarse en abrir una puerta sin tener la llave. Se puede golpear la puerta, pero ésta seguirá cerrada.”

“Por el contrario, mindfulness es un estado de conciencia, no reactivo y no prejuicioso, de aceptación y observación de la experiencia tal y como es en el momento presente. Así, afirmar que mindfulness es la llave que abre la puerta de la auto-observación terapéutica significa afirmar que mindfulness ofrece las condiciones para que la observación de la experiencia sea terapéutica. Estas condiciones son: a) atiende a lo que ocurre en el presente, b) no compara el estado actual con un ideal, c) no juzga lo que observa y d) acepta la no permanencia de la experiencia.”

“El entrenamiento en mindfulness es una práctica milenaria que ha sido conservada a lo largo de generaciones y generaciones de practicantes, principalmente en el contexto budista. Pero en la actualidad, mindfulness –es decir, la capacidad de observar de un modo desapegado y no reactivo la propia experiencia a medida que sucede– ha sido conceptualizada como una habilidad psicológica y su entrenamiento se lleva a cabo en contextos clínicos. De hecho, durante los últimos años, la noción de mindfulness ha sido integrada en la mayor parte de los modelos psicoterapéuticos actuales.”

María Teresa Miró Barrachina - Vicente Simón Pérez (Eds.):  Mindfulness en la práctica clínica  (Ed. Desclée De Brouwer)

miércoles, 30 de mayo de 2012

soltar

Soltar un ansia no es rechazarla, sino permitir que sea lo que es: un estado mental incidental que, una vez que ha aflorado, pasará. En vez de liberarnos de él por la fuerza, percatarnos de su verdadera naturaleza es liberarlo. Soltarlo es como soltar una serpiente que has estado agarrando con la mano. Al identificarla con un ansia («yo quiero esto», «yo no quiero eso»), la agarras con más fuerza e intensificas su resistencia. En vez de ser un estado mental que tienes, se convierte en una obsesión que te posee. Igual que con la comprensión de la angustia, el reto al soltar el ansia es actuar antes de que las reacciones habituales nos incapaciten.”

“En pocas palabras, la cuestión central a la que se han enfrentado los budistas desde el principio es ésta: ¿el despertar está cerca o lejos? ¿Es accesible sin dificultad o sólo es asequible mediante un esfuerzo supremo? Si se enfatizan su proximidad y facilidad de acceso, existe el peligro de trivializarlo, de no concederle el valor y la significación que se merece. Pero si se subrayan su distancia y dificultad de acceso, existe el peligro de situarlo fuera del alcance, de convertirlo en un icono de perfección que hay que venerar de lejos.”

Stephen Batchelor:  Budismo sin creencias  (Ed. Gaia)

miércoles, 28 de marzo de 2012

mindfulness

“El mindfulness puede entenderse como atención y conciencia plena, como presencia atenta y reflexiva a lo que sucede en el momento actual. Pretende que la persona se centre en el momento presente de un modo activo, procurando no interferir ni valorar lo que se siente o se percibe en cada momento. Como procedimiento terapéutico busca, ante todo, que los aspectos emocionales y cualesquiera otros procesos de carácter no verbal, sean aceptados y vividos en su propia condición, sin ser evitados o intentar controlarlos. El control sobre sucesos incontrolables, sujetos a procesamiento automático, requiere de la mera experimentación y exposición natural con la menor interferencia posible. Aunque el mindfulness ha adquirido una cierta notoriedad, sobre todo en USA, de mano de los valores orientales, refiere a algunos aspectos ya conocidos en psicología: la exposición y la autorregulación basadas en las técnicas de biofeedback o en el uso de la hipnosis, donde hay un dejar que los fenómenos perceptivos y sensoriales se muestren como ellos son. Su principal utilidad, más allá de las técnicas concretas que ofrezca, tal vez sea el contrastar con una psicología que propugna el control, el bienestar, la eliminación del estrés, la ansiedad, etc., mediante procedimientos que, a falta de esa experimentación natural, pueden contribuir a perpetuarlos.”

Miguel Ángel Vallejo Pareja:  Mindfulness (http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=1340)

domingo, 8 de mayo de 2011

liberarse del sufrimiento: observar y dejar ir

“Cuando las personas le decían a Ajahn Chah que encontraban imposible practicar en la sociedad, él les preguntaba, "Si yo lo punzara a usted en el pecho con una vara ardiente, sin duda afirmaría que está sufriendo, ¿acaso es debido a que vive en sociedad que no puede deshacerse de ella?" La respuesta de Ajahn Chah aclara el asunto de una manera similar a la parábola de la flecha envenenada del Buda. El Buda cuenta sobre un hombre que había sido alcanzado por una flecha y que no dejaba que nadie se la quitara hasta que sus preguntas acerca de la flecha, el arco y el arquero fuesen respondidas. El único problema era que el hombre herido probablemente moriría antes de que pudiera obtener las respuestas a todas sus preguntas. De lo que el hombre herido tenía que darse cuenta era de que estaba dolorido y agonizante y que tenía que hacer algo acerca de ello inmediatamente.”

“Ajahn Chah enfatizaba este punto una y otra vez en sus enseñanzas: "Usted está sufriendo; ¡haga algo respecto a eso ahora mismo!" Él no perdía mucho tiempo hablando acerca de la paz, la sabiduría o estados nibbánicos, sino sobre la práctica de estar constantemente consciente y alerta de aquello que está pasando dentro del cuerpo y la mente en el momento presente, aprendiendo simplemente cómo observar y dejar ir.”

La meditación, decía, no es obtener cosas, sino deshacerse o liberarse de las cosas. Aún cuando se le preguntaba sobre la paz que uno podía alcanzar a través de la práctica, él hablaba más bien sobre la confusión de la cual uno debía librarse en primer lugar, porque, según lo mostraba, la paz es el final de la confusión.”

Introducción a
No Ajahn Chah:  Reflexiones  (http://www.librosbudistas.com/)

jueves, 17 de marzo de 2011

quedarse quieto

Vivimos en la ignorancia de nosotros mismos. Por eso es muy útil quedarse quieto, para poder vislumbrar el caótico mundo interno y darnos cuenta del estado en que nos hallamos. A muchos les causa tal horror el primer vistazo, que corren presurosos a embarcarse en alguna actividad extenuante para no tener ni tiempo de mirarse.”


“Debes tratar de inmovilizar al cuerpo. Si verdaderamente lo intentas verás el mundo interior que bulle por moverlo. Verás lo difícil que es mantenerlo quieto.”

“Primero por innumerables escozores, dolores, molestias, pulsiones, deseos de acomodarse de otro modo… Después, cuando acostumbras al cuerpo a cierta posición y cuando acostumbrado a ignorar esas sensaciones, permaneces quieto, surgirán ante tu vista los movimientos de la mente, cantidades enormes de constantes movimientos de deseos, consideraciones, diálogos interiores, imágenes de todo tipo, recuerdos y demás cuestiones que desfilarán ante tu vista interna compensando la quietud del cuerpo con movimiento mental; pero al igual que lo hiciste con el físico, no debes ahora ceder al movimiento de lo mental, no sigas sus caminos. Ignora esas divagaciones y vuelve a la [meditación] con mayor énfasis.”

“Te pido que tengas en cuenta algo fundamental en esta lucha: No es con tensión que ganarás la batalla sino al contrario, con entrega y abandono y distensión.”

Mario de Cristo Salvador:  Dios habla en la soledad  (Ed. Narcea)

domingo, 27 de febrero de 2011

creatividad

La meditación es tu experiencia personal realizada en el laboratorio de tu propia mente y cuerpo. Tu práctica estará inspirada por profesores y guiada por las prácticas de maestros. Pero, al final, la forma en que practicas será únicamente tuya.”

“Cuando inicias una práctica meditativa necesitas la estructura y dirección de un protocolo establecido. Seguir una técnica básica te ayudará a establecer la disciplina, y a acomodar el cuerpo y centrar la mente. Pero luego las cosas cambian. Te ves envuelto en la corriente meditativa, en el flujo que interioriza la mente.”

“Te das cuenta de que la meditación es en realidad un estado natural y que surgirá por sí mismo si le das tiempo. Y descubres algunos de sus beneficios. La meditación te ayuda a mantener la calma en momentos de crisis, a encontrar soluciones creativas a problemas presentes. Descubres que tu meditación ha sido buena o tranquila, que el resto del día es más sencillo o que te sientes más fuerte.”

“Al mismo tiempo, empiezan a surgir cuestiones sutiles. Quizás en tu interior se levanten muros y te preguntes cómo saltarlos. Quizás compruebes que tu práctica se ha vuelto algo rutinaria y quieras hacerla más interesante. Quizás te sientas bloqueado. Así que empiezas a jugar un poco para experimentar, para ser más creativo, y es importante que lo hagas. De lo contrario, lo más probable es que tu práctica se estanque.”

“Tienes que encontrar el equilibrio entre estructura y libertad. Tienes que trabajar con unas directrices posturales, concentración, conciencia respiratoria, autoanálisis. Pero también debes saber cuándo no hacer caso a las reglas. Y esto requiere apertura, creatividad y capacidad de discernimiento.”

Sally Kempton:  Carta a un nuevo meditante  (Revista Yoga Journal nº 42)

jueves, 10 de febrero de 2011

volver a casa

“Hace varios años, participé en un congreso organizado por un pequeño grupo de científicos que practicaban diariamente la meditación. Hacia el final del cuarto día de reuniones, a lo largo de las cuales cada uno de ellos iba exponiendo con mayor o menor extensión cómo meditaba, les insté a responder a la pregunta de por qué meditaban. Varias respuestas surgieron por parte de diversos miembros del grupo, pero todos nos dimos cuenta de que resultaban insatisfactorias, pues no respondían concretamente a la pregunta. Finalmente, uno de los asistentes dijo: «Es como volver a casa». Un silencio se hizo entonces tras esta afirmación y todos inclinaron calladamente la cabeza en señal de asentimiento. Estaba claro que no era necesario prolongar la encuesta por más tiempo.”

“Esta respuesta a la pregunta «¿por qué meditar?», aparece a lo largo de toda la literatura redactada por quienes se dedican a la práctica de esta disciplina. Meditamos para encontrar, para recuperar, para retornar a algo que alguna vez vaga e inconscientemente poseímos, pero que hemos perdido y no sabemos ya ni qué era ni cuándo o dónde lo perdimos. Podemos definirlo como el acceso a un nivel superior de nuestro potencial humano o como el hecho de estar más unidos a nosotros mismos y a la realidad; también podríamos decir que es el incremento de nuestra capacidad de amor, ánimo y entusiasmo, o el conocimiento de que somos una parte del universo y de que nunca podemos estar enajenados o separados de él. Igualmente podríamos considerarlo como nuestra capacidad para ver y actuar en la realidad de una forma más efectiva.”

“Cuando nos dedicamos a la práctica de la meditación, nos percatamos de que todas estas afirmaciones sobre la meta que se pretende alcanzar tienen idéntico significado. Es esta pérdida, cuyo objeto intentamos recuperar, lo que incita al psicólogo Max Wertheimer a definir al adulto como un «niño degenerado».

Lawrence LeShan:  Cómo meditar  (Ed. Kairós)

miércoles, 9 de febrero de 2011

éxito en la práctica

Actitudes esenciales para tener éxito en la práctica:

1. No esperéis nada. Tan solo sentaos y ved qué sucede. Considerad el asunto como un experimento. Tomad un interés activo en la prueba. No os distraigáis con vuestras expectativas sobre el resultado. No esperéis ningún resultado. Dejad que la meditación se desarrolle a su propio ritmo y en su propia dirección. Dejad que la meditación os enseñe aquello que quiera que aprendáis. La conciencia meditativa busca ver la realidad tal como es exactamente. Y ya se corresponda o no con nuestras expectativas, requiere una suspensión temporal de todos nuestros prejuicios e ideas. Durante el proceso necesitamos dejar a un lado nuestras imágenes, opiniones e interpretaciones. De no ser así, nos tropezaremos con ellas.

2. No os presionéis. No hagáis esfuerzos exagerados ni forcéis nada. La meditación no es agresiva. No es un esfuerzo violento. Permitid que vuestro esfuerzo sea relajado y continuo.

3. No os apresuréis. No hay prisa, tomaos vuestro tiempo. Colocaos en el cojín y sentaos como si tuvierais todo el día. Todo lo que verdaderamente merece la pena requiere tiempo para desarrollarse. Paciencia, paciencia, paciencia.

4. No os aferréis ni rechacéis nada. Permitid que llegue lo que tenga que llegar y acomodaos a ello, sea lo que sea. Si surge una buena imagen mental, está bien. Si surge una mala imagen mental, también está bien. Observadlo todo con imparcialidad y sentíos cómodos con cualquier cosa que suceda. No luchéis con aquello que experimentéis, limitaos a observarlo con atención plena.

5. Dejaos ir. Aprended a fluir con todos los cambios que ocurren. Soltaos y relajaos.

6. Aceptad todo lo que surja. Aceptad vuestros sentimientos, incluso aquellos que desearíais no tener. Aceptad vuestras experiencias, incluso las que odiáis. No os condenéis por tener faltas humanas. Aprended a ver todos los fenómenos de la mente como si fuesen perfectamente naturales y comprensibles. Intentad practicar una aceptación desinteresada en todo momento y respecto a toda vuestra experiencia.

7. Sed afables con vosotros mismos. Sed amables. Puede que no seáis perfectos, pero vosotros sois todo lo que tenéis para trabajar. El proceso de convertirse en aquello que seréis comienza con la aceptación total de aquello que sois.

8. Investigaos a vosotros mismos. Cuestionadlo todo. No toméis nada por garantizado. No creáis en nada porque suene sabio o piadoso o alguien santo lo haya dicho. Ved por vosotros mismos. Esto no significa que debáis ser cínicos, insolentes o irreverentes. Significa que deberíais ser empíricos. Someted todas las afirmaciones a la prueba real de vuestra experiencia y dejad que los resultados os guíen hacia la verdad. La meditación insight (de la visión interior) se desarrolla a partir de un anhelo interno por despertar a lo que es real y obtener un insight liberador sobre la verdadera estructura de la existencia. La práctica depende del deseo de despertar a la verdad. Sin este deseo, la práctica es superficial.

9. Ved todos los problemas como retos. Considerad las dificultades que surjan como oportunidades para aprender y crecer. No huyáis de ellas, no os condenéis ni enterréis vuestra carga bajo el santo silencio. ¿Tenéis un problema? Estupendo. Más grano para el molino. Alegraos, sumergíos e investigad.

10. No caviléis. No necesitáis entenderlo todo. El pensamiento discursivo no os liberará de la trampa. En la meditación, la mente se purifica de forma natural a través de la atención plena, mediante una atención desnuda y sin palabras. La deliberación habitual no es necesaria para eliminar aquellas cosas que os mantienen atrapados. Todo lo que hace falta es una percepción clara y no conceptual de esas cosas y de cómo funcionan. Eso basta para disolverlas. Los conceptos y el razonamiento interfieren en el camino. No penséis. Ved.

Extraído de:
Henepola Gunaratana:  El cultivo de la atención plena  (Ed. Pax)