martes, 9 de noviembre de 2010

observar la agitación

“Gran parte de la práctica supone realmente pasar de la acción a la no acción y alcanzar un cierto grado de calma y estabilidad mental. A menudo usamos la imagen de que la mente es como la superficie del agua. Cuando soplan vientos fuertes, puede estar muy agitada. La gente piensa, equivocadamente, que han de hacer un esfuerzo para que esa agitación se desvanezca, como si colocando una gran bandeja de cristal sobre las olas fueran a quedarse en calma; pero si profundizas unos cuantos metros debajo de las olas, la agitación sigue donde estaba. Observando esa agitación se puede aprender a contactar con el sentido de calma que existe siempre en nuestro interior. No has de hacer que suceda; ya está presente. La habilidad consiste en aprender a contactar con ella en uno mismo. El espíritu de la práctica no es hacer de ello una meta.”

“Todo esto es una forma elaborada de decir que la meditación en los Estados Unidos se considera equivocadamente como una técnica o un conjunto de ellas. Mi comprensión de la misma es que en un sentido amplio es en realidad un estado de ser, la capacidad de generalizar la cualidad de la atención vigilante. En lugar de realizar en ciertos momentos algún tipo de manipulación de la propia atención, desarrollas una conciencia continuada que permite que toda tu vida sea una expresión de tu práctica meditativa. Tanto si pasa algo esperado como algo inesperado, bueno o malo, podemos adoptar la misma cualidad de conciencia, desapego desapasionado y visión clara. No es algo que uno haga; es un no hacer.”

Jon Kabat-ZinnLa atención vigilante como medicina  (En “La salud emocional”, Ed. Kairós)