[…] “Ahora concentra tu atención en las guerras que todavía existen en tu vida. Siéntelas dentro de ti. Si tienes una lucha continua con tu cuerpo, toma conciencia de ello. Si durante tiempo has estado librando batallas interiores contra tus sentimientos, o has estado en conflicto con tu propia soledad, o con tus temores, confusiones, angustias, apegos... siente la lucha que has estado librando. Percibe también esas luchas en tus pensamientos. Nota los ejércitos interiores, los dictadores internos que te aplastan, tus fortificaciones y defensas internas. Sé consciente de todo aquello contra lo que has estado luchando, del tiempo que ha durado tu conflicto.”
“Con amabilidad, con apertura, permite que todas estas experiencias se hagan presentes ahora. Simplemente, cae en la cuenta de ellas con interés y con una atención delicada. En cada zona de lucha, relaja tu cuerpo, tu corazón y tu mente. Ábrete a todo lo que experimentes sin luchar. Deja que se haga presente como es en realidad. Abandona la lucha. Respira tranquilamente y descansa. Invita a todas las partes de ti mismo en conflicto a participar en la mesa de la paz de tu corazón.”
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