lunes, 10 de septiembre de 2018

no hacer



“[...] Durante el encuentro que se produce en tu meditación, busca un rincón de tu mente que no esté atrapado en las reacciones que brotan del encuentro. Usa esta calmada posición estratégica para observar, tan desapasionadamente como puedas, lo que está ocurriendo. [Algunos profesores] comparan este rincón de la mente con un espía en época de guerra. (Algunas tradiciones budistas lo llaman el testigo, el observador, o simplemente la consciencia atenta.) El espía no está implicado en el conflicto; permanece a un lado, sin hacerse notar, y sencillamente observa lo que está ocurriendo en el campo de batalla. Puedes sorprenderte al descubrir que tienes la capacidad de observar lo que está ocurriéndote sin quedar atrapado en la acción, pero así es. Y cuanto más uses esta capacidad, más fuerte te vuelves: como un músculo.”

“Experimentar la naturaleza insustancial y fugaz de tus sentimientos evitará que te los tomes tan a pecho como lo hacías antes. Este simple reconocimiento aliviará en buena medida la dificultad de tu relación.”

“Hay que hacer hincapié, al menos como punto inicial, en no dejarte llevar por tus típicas reacciones. En vez de ello, debes sentarte y "no hacer nada" (es decir, no reaccionar) .
Cuando estás atento, simplemente estás prestando "atención desnuda" a cualquier cosa que experimentes en ese mismo instante (pensamientos, sentimientos, sensaciones, imágenes, fantasías fugaces, estados de ánimo pasajeros) sin ningún tipo de juicio, interpretación o análisis.

La mayor parte del tiempo te lo pasas comentando tu experiencia: "No me gusta lo que estoy oyendo", "ojalá hubiera actuado de forma diferente", "debo de ser una persona horrible para tener pensamientos tan negativos". Pero la meditación de atención te invita a aceptar tu experiencia justamente como es, y si te resistes, juzgas o le añades significado a tu experiencia, también puedes prestar atención consciente a eso.”

“Los practicantes principiantes de la meditación de atención generalmente empiezan por prestar atención al vaivén de su respiración [...]. Con el tiempo expandes gradualmente tu consciencia, primero a tus sensaciones físicas, después a tus sentimientos y, finalmente, al contenido de tu mente. Luego puedes llegar a "sentarte simplemente", lo que se conoce también como la consciencia sin elección, en la que tu mente está abierta y expansiva y acepta cualquier cosa que surja, sin seleccionar ciertas experiencias para centrarse en ellas.”

“Después de que te conviertas en todo un experto en la atención consciente y alcances cierta comprensión de cómo son las cosas, puedes practicar el enfoque conocido como "sólo sentarse" (en el Zen) o como "descansar en la naturaleza de la mente" (en la tradición Vajrayana). Paradójicamente, esta técnica supone la ausencia de toda técnica y de cualquier tipo de manipulación de la mente. Los tibetanos utilizan términos como no mediación y no planeación. Es de hecho una técnica avanzada, reservada generalmente a los meditadores experimentados, pero algunos maestros en Occidente la enseñan al principio, y muchos occidentales con cierta complejidad espiritual se muestran ansiosos por aprenderla.”

Jonathan Landaw y Stephan Bodian:  Budismo para dummies (Ed. Ceac)