La meditación "sin hacer nada" es única entre las prácticas tradicionales, ya que requiere un esfuerzo mínimo y permite a la mente vagar sin interrupciones. El nombre de la técnica fue acuñado por el profesor de meditación Shinzen Young y comparte muchas similitudes con la técnica de "sólo sentarse" llamada Shikantaza.
Muchas tradiciones espirituales, incluido el budismo,
creen que el estado de conciencia más elevado está presente en los seres
humanos y que, sin hacer nada, podemos trabajar para lograr este despertar espiritual. Este despertar se produce al
no hacer absolutamente nada. Muchos creen
que a través de no hacer nada, se puede alcanzar una
mayor sabiduría para elaborar una vida mejor.
La meditación "sin hacer nada" es casi una antimeditación. Va en contra de los parámetros tradicionales de mantener la mente clara o centrada en el ser físico y permitirle vagar a su antojo. Sin embargo, sigue siendo una forma de meditación. Si notas que tu mente desarrolla una intención o se centra demasiado en algo, déjalo y permite que tus pensamientos sigan vagando. De la misma manera, adoptar un enfoque de meditación sin esfuerzo puede dar lugar a algunos pensamientos extraños: súbete a la ola y disfruta del momento.
"No hacer nada" representa una forma alternativa de meditación de atención plena estándar. En otras técnicas de meditación de atención plena, el objetivo de la meditación es despejar la mente hacia un estado de nada, en el que la mente está vacía. Debes controlar tu atención con intención. En lugar de crear un estado de calma centrándose en la respiración, las visualizaciones, el entorno o un tema específico, los practicantes dejan que su mente divague sin control ni interrupción. No requiere instrucción ni un curso como muchas otras técnicas.
En última instancia, el cerebro necesita tiempo de inactividad para procesar los acontecimientos del día, almacenar recuerdos y experiencias, recuperarse y asegurarse de que funciona a su nivel óptimo. Debemos cuidar nuestra salud emocional y mental y dar a nuestro cerebro el descanso que necesita.
Mientras meditan, la mente de la mayoría de las personas les guía para analizar una experiencia desafiante de su pasado. Durante esto, las personas tienen la oportunidad de centrarse en esto y potencialmente verlo bajo una nueva luz para que puedan comenzar a aceptar el pasado.
He aquí cuatro sencillos pasos para practicar el
"no hacer nada":
1. Empieza por ponerte en una posición
cómoda. Puede ser sentado o tumbado;
no hay una forma incorrecta. Si te preocupa quedarte dormido, los expertos
recomiendan simplemente sentarse en un cojín o en un taburete para mantenerse
alerta.
2. Deja que tu mente divague a su antojo, evita
prestar atención a algo concreto y controla la caída de tu atención. Céntrate
en ser y
nada más.
3. Deja que lo que ocurra, ocurra. En otras palabras, deja que cualquier experiencia sensorial suceda. Deja de lado las intenciones de controlar tu enfoque. Si te encuentras pensando específicamente de forma intencionada, hazlo con la mente abierta. Cuanto más sientas que las cosas suceden sin esfuerzo, más se avanzará.
4. Practica durante 10-15 minutos cada vez. Esto puede
ser más largo si lo deseas, ya que no se requiere una cantidad determinada de
tiempo. Sea cual sea el tiempo que elijas para ejercitar tu mente, la cuestión
es concentrarse
en no hacer nada. No hay un objetivo
final, así que siéntete libre de concluir cuando estés satisfecho
Si notas que te quedas dormido, vuelve a intentarlo en
otra ocasión sentado en lugar de tumbado.
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