sábado, 24 de octubre de 2009

abandono

“Dogen seguía sintiéndose insatisfecho espiritualmente. Esta inquietud le llevó a emprender el entonces peligroso viaje a China en busca de una paz mental absoluta. Se alojó en todos los monasterios conocidos, practicando con muchos maestros; sin embargo, su sed de liberación no estaba saciada. Eventualmente, en el famoso Monasterio T’ient-t’ung, que contaba con un nuevo maestro, alcanzó el despertar total, es decir la liberación de cuerpo y mente a través de las palabras que pronunció el maestro Ju-ching: “abandona cuerpo y mente”.

“Se dice que Ju-ching dijo estas palabras al comenzar el zazen formal de la mañana mientras caminaba inspeccionando a los meditantes. Al ver que uno de los monjes cabeceaba, el maestro le reprendió por su débil esfuerzo. Entonces, dirigiéndose a todos los monjes, continuó: “deben esforzarse con todas sus fuerzas, incluso arriesgando sus vidas. Para realizar la iluminación perfecta deben dejar caer cuerpo y mente”. […] Cuando Dogen escuchó esta última frase, el ojo de su mente se expandió de pronto inundándose de luz y comprensión.”

Roshi Philip Klapeau: Los tres pilares del Zen (Ed. Árbol)

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“Se cuenta que un discípulo de Shakyamuni tenía una memoria tan fantástica que se sabía todos sus discursos de memoria. Cuando murió Shakyamuni, los iluminados se reunieron. Querían que ese hombre estuviera entre ellos, pero como aún no había experimentado la iluminación, quedó excluido. Él practicaba sin cesar para lograr la iluminación, hasta que desistió y se acostó. En el momento de echarse, cuando desapareció toda actividad y cesó el esfuerzo, experimentó una iluminación muy profunda.”

Willigis Jäger: En busca del sentido de la vida (Ed. Narcea)