lunes, 23 de junio de 2008

meditación budista

“Si uno es capaz de practicar el budismo de todo corazón, correctamente, la meditación será su comida, la meditación será su compañera, la meditación será su riqueza, la meditación colmará todos los aspectos de sus necesidades y deseos."

“Cuando no necesitamos nada somos mentalmente ricos. Según mi experiencia, es bueno tomarse en serio la idea de que la meditación puede colmar todas nuestras necesidades, aunque tal vez al principio cueste adoptar ese punto de vista."

“Un monje no tiene nada, y por lo tanto está más cerca que nadie de ser un ser humano satisfecho. ¿Qué es lo que necesita? simplemente algo de comida para mantenerse y un techo sobre su cabeza. Es feliz allá adonde va. Y eso gracias a la mente que concede todos los deseos: que todo lo colma."

“La mente es como el espacio, ilimitada. Cuando no hay nubes, cuando está completamente despejado, el espacio es como el estado 'normal' de nuestra mente. De pronto, las nubes surgen de la nada: se trata de nuestros problemas emocionales y nuestro caos mental, que cuando surgen nos impiden ver el espacio, ¡solamente vemos nubes!"


http://antwrp.gsfc.nasa.gov/apod/ap061126.html

“De cualquier modo, el espacio no se va a ninguna parte, siempre está ahí. Lo que ocurre es que nuestra mente entra en la oscuridad y para nosotros las nubes se han convertido en la única realidad. Y esto sucede porque le damos importancia y solidez a nuestra agitación emocional, a las cosas que están atravesando nuestra mente: hasta se convierten en algo mucho más real para nosotros que la verdadera esencia de nuestra mente."

“Del mismo modo en que las nubes provienen de ninguna parte y desaparecen hacia ninguna parte, de modo parecido nuestras emociones y todo el caos por el que pasamos surgen de ninguna parte y desaparecen en la nada."

“Nosotros creemos que percibimos el espacio, pero de hecho ni siquiera imaginamos su profundidad. La única manera de poder trabajar con la mente parece ser la simple aceptación de que es tal cual es. La única manera en que podemos acercarnos a la naturaleza de la mente es por la experiencia directa, y esto sólo se consigue meditando."

“Al comienzo debemos sentarnos en la posición que nos sea más confortable. Sentirnos físicamente a gusto nos ayudará a relajarnos mentalmente, y eso es exactamente lo que debemos hacer."

“Las instrucciones sobre meditación nos dicen que debemos intentar encontrar un lugar apropiado para la práctica."

“A los principiantes les puede parecer que al meditar su mente está increíblemente ocupada. Incluso pueden llegar a pensar que la meditación empeora todavía más la situación y cuestionarse si realmente meditar es apropiado para ellos. Lo que sucede es que descubren por primera vez toda la actividad que hay, y que de hecho siempre ha habido, en su cabeza."

“La manera tradicional de describir esta situación es comprar la mente de un principiante con una cascada. Y cuando empezamos a sentarnos, obtenemos un pequeño atisbo de ello. No es la meditación lo que produce ese caos, sino que nos da la oportunidad de darnos cuenta del caos que reina de forma habitual en nuestra mente. Así es como somos y no debemos atemorizarnos por estas experiencias."

“La actitud del principiante debe ser la apertura mental, sin expectativas. Debemos sentarnos en un lugar tranquilo sin distracciones y darnos el tiempo para meditar, permitiendo a nuestra mente y nuestro cuerpo que se relajen y encuentren la calma."

“La situación puede empeorar cuando la impaciencia mundana se manifieste, si aparece la decepción todo se estropeará. Por eso es muy importante ser paciente, y no decepcionarnos nunca ni enfadarnos."

“La mente del principiante se compara a menudo con una cascada de pensamientos que se precipitan con la misma rapidez que el agua, y no debemos preocuparnos ni frustrarnos por ello. A través de la práctica regular se irá asentando y se convertirá en un río tranquilo calmado, para finalmente llegar a ser como un océano sin olas, profundo y pacífico.”

Lama Yeshe Losal: Vivir el camino: Un método práctico de meditación budista para la vida cotidiana (Ediciones i)

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Sobre el budismo:

“El sendero de Buda definitivamente no tenía ninguna intención de ser una religión. Como se supone que afirmó el propio Buda, y el Majjhima Nikaya cita: «yo soy un analista, no un doctrinario». El adoptó una postura, de manera firme, no como alguien que propone, sino como quien cuestiona la doctrina. De modo que veía su camino y sus enseñanzas más como una teoría de la existencia, una ciencia de la mente; no para adoptarla de forma ciega, sino para vivirla y experimentarla.”

“Como si fuera un científico moderno, Buda alentó a sus seguidores para que no dieran nada por sentado, ni siquiera lo que él decía, y les pidió que verificaran cada afirmación y cada doctrina por sí mismos, viviéndolas y cuestionándolas. Este énfasis en el propio esfuerzo y el descubrimiento es una parte fundamental del budismo y fue introducido por el propio Buda. Para clarificar la importancia del esfuerzo individual y de la relación con sus seguidores, Buda dice en el Dhammapada: «Vosotros sois los que debéis hacer el esfuerzo; los budas son sólo maestros». De hecho, esto fue lo último que el Sakyamuni tenía que decir a sus seguidores. Cuando ya estaba moribundo, su principal discípulo, Ananda, le pidió una enseñanza final: «Sed una lámpara para vosotros mismos», dijo Buda, y se quedó en silencio dispuesto a abrazar su cercana muerte. Esta frase, como muchas otras, es una joya de la comprensión, recogida de su propia experiencia; él había seguido a otros maestros y había aprendido de ellos, pero la verdadera comprensión le había llegado al sentarse bajo un árbol bodhi y convertirse en su propia lámpara interior.”

“Según las escrituras budistas, siempre que le preguntaban a Buda sobre su visión de Dios, permanecía en silencio. Es probable que Buda pensara que tal Ser Supremo era inexistente o irreal. Sin embargo, su silencio perseguía, probablemente, transmitir que él no deseaba verse involucrado en debates sobre un asunto que tenía poca o ninguna relevancia directa en su empeño de ayudar a los individuos a buscar una mayor claridad y entendimiento sobre ellos mismos y sus vidas. Especialmente, porque una gran parte del debate teológico de la época se centraba en este mismo asunto, y los Brahmanes, los vedantinos, los lokayatas o materialistas, y los jainistas, que eran ateos, invertían mucho tiempo y energía en defender sus puntos de vista y presentar objeciones. Parece que Buda deseaba distanciarse de todas estas sutilezas, probablemente porque él no lo consideraba un asunto lo bastante real como para abordarlo, así que lo dejó abierto tanto a su negación como a su aceptación.”

Swati Chopra: El budismo. El camino hacia el nirvana (Ed.Tikal)



“Si vas a Asia y visitas un wat (Tailandia) o gompa (Tíbet), entrarás en algo que se parece mucho a una abadía, iglesia o catedral, bajo la dirección de gente que parecen monjes o sacerdotes, con un despliegue de objetos que parecen iconos, que son venerados en nichos que parecen capillas y son reverenciados por gente que parecen adoradores. Si hablas con uno de los que parecen monjes, verás que tiene una visión del mundo que se parece a un sistema de creencias, revelado hace mucho tiempo por alguien que es adorado como un dios, luego de cuya muerte personas santas han interpretado las revelaciones como una teología. Ha habido cismas y reformas y éstas han dado lugar a instituciones que parecen iglesias. El budismo, parecería, es una religión. ¿O no? Cuando le preguntaban qué hacía, el Buda respondía que enseñaba “la angustia y su fin”. Cuando le preguntaban de metafísica (el origen y fin del universo, la identidad o diferencia del cuerpo y la mente, su existencia o no después de la muerte) permanecía silencioso. Decía que el dharma estaba penetrado de un solo sabor: la libertad.”

(http://millenio.wordpress.com/2007/04/11/budismo-sin-creencias-por-stephen-batchelor-2/)